Otto Dix: Violencia y Pasión, el expresionista de la brutalidad llega a México
No, los artistas no deben mejorar ni hacer apostolado. Son demasiado escasos. Sólo tienen que dar testimonio. La gracia está fuera del poder de disposición humano, pero lo que importa es la gracia. El esfuerzo por el arte exige mucha paciencia. Durante mucho tiempo yo fui una “nada” [Dix casi lo grita], pero de repente puedes convertirse en un “algo”. Nunca había hablado tanto, Hoy he sido una suerte. [Otto Dix, en: Südkurier, Singen, 21-5-1958]
Otto Dix, es quizá el más sombrío de los representantes del expresionismo alemán y ha sido tal vez más influyente que cualquier otro pintor en la formación de la imagen popular de la República de Weimar de la década de 1920. Nace en Gera en 1891 y muere en Singer en 1969. Su itinerario personal inicia en Dresde —por 1909— donde recibió formación académica en artes y laboró un tiempo como decorador de interiores.
Sus obras son parte clave del movimiento de la „Neuen Sachlichkeit” (Nueva Objetividad) que también interesó a George Grosz y Max Beckmann a mediados de la década los veinte. A pesar en los primeros diez años de 1900 el retrato de abstracción fue abandonado por los artistas alemanes, Dix se inclina por este género, incluso al inicio de su trabajo artístico. En palabras del pintor, el retrato es la mejor manera de solventar su “atracción por lo brutal”, atracción que en su caso fue llevada a las últimas consecuencias tanto vital cómo artísticamente.
Otto es matriculado en las tropas alemanas como voluntario para la Primera Guerra Mundial y la experiencia bélica lo persigue el resto de su vida. Sus primeros grandes retratos son rostros paralizantes de soldados, rostros de un dramatismo sombrío y escalofriante. Dix siempre defendió su derecho a plasmar la realidad, aunque fatal: “No he ido al campo de batalla para hacer propaganda, sino a sentir y aprender, ahora es mi obligación elaborar un natural análisis de la realidad desde mi trabajo en el arte”.
Su expresionismo despiadado e intenso alcanza su apogeo con los desnudos de prostitutas voluptuosas y marginales, heridos de guerra ensangrentados y agonizantes, además de sus retratos satíricos de las celebridades de medios intelectuales de Alemania. La obra de ésta época —de 1920 a 1930— se conforma principalmente de retratos caracteristizados por rostros languidos y ojos inyectados, caricaturas afiladas de grandes figuras de la sociedad alemana. Sus otros temas narrativos del mismo período son recordados por ser una cevera acusación de la vida corrupta e inmoral en la ciudad moderna y la vida intelectual.
La obra de Otto Dix se enmarcó inicialmente en el expresionismo y el dadaísmo, pero al igual que muchos de su generación en Alemania en la década de 1920, se inspiró en las tendencias italianas y francesas para matizar un estilo frío y lineal del dibujo de imágenes más realistas. Más tarde, su mirada se hizo más fantástica y su obra más simbólica, y empezó a representar desnudos de feminas brujeriles, personificaciones espectrantes de la melancolía.
Su trabajo fue aún más oscuro y más alegórico a principios de 1930, y fue por tanto un objetivo de atención para los nazis. En consecuencia, su obra poco a poco se alejó de temas sociales, convirtiéndose al paisajismo y a los temas cristianos, para después servir en el ejército, esta vez durante la Segunda Guerra Mundial, consolidando así su papel de retratista de la vida entre las dos guerras.
Con pretexto del año dual México-Alemania, llega la muestra Otto Dix: Violencia y Pasión, siendo la primer retrospectiva del pintor que se exhibe en este país. La primera inauguración de la exposición tuvo lugar en el Museo MARCO de Monterrey. Actualmente se exhibe en el Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México. Violencia y Pasión reúne más de 150 piezas que comprenden todas las fases artísticas y técnicas desarrollas por Dix, incluyendo 50 grabados del período bélico —el más reconocido y estremecedor— de la obra del artista alemán. La curaduría de esta retrospectiva está a cargo de Ulrike Lorenz y se presenta como una gran oportunidad para conocer parte de la producción de uno de los expresionistas más importantes del siglo XX.